FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Iván Pérez <<Carabanchel, barrio sin ley>> <<El parricida de Carabanchel: “Vi que mi hijo estaba fallecido y volví a la cama”>> , <<Un detenido como presunto asesino de un hombre en plena calle en Carabanchel>>, <<Contenedores a rebosar en cuatro distritos de la periferia>>, <<Detenidos dos peligrosos atracadores tras asaltar un banco en Carabanchel>> , <<Desmantelado un laboratorio de cocaína en Carabanchel>> , <<Julia, con 80 años y un cáncer superado, ha sido finalmente desahuciada>> , <<“Pistoleros” del siglo XXI>> , <<Catorce meses de denuncias por la caída de árboles en Carabanchel>>, <<Detenido en Carabanchel un hombre acusado de agredir sexualmente a una menor>>, <<Un colegio de Carabanchel lleva más de un mes con parte del techo de un aula derrumbado>>, <<La Policía: el rey Baltasar de Carabanchel fue detenido por un robo con violencia>> Después de leer esto ¿quién no quería irse a vivir a tan próspero y floreciente barrio? Es que la normalidad no es “noticiable” te dirán algunos periodistas. Claro. Por eso cuando escriben o graban algún reportaje sobre OTROS barrios solo mencionan los amplios conocimientos científicos de sus alumnos, sus recién inaugurados carriles bici y sus divertidos espectáculos de circo y magia para niños. Porque sin duda, lo que hacen los medios de comunicación no es para nada estigmatizar…en absoluto. Se limitan a reflejar la realidad. De ser así, el vandalismo sería lo único que encuentras cuando googleas “Carabanchel”. Pero ¡cuidado! que también se menciona a Rosendo, a la cárcel y a otras instituciones represoras como el CIE y, como no, a los mediáticos concursantes de Gran Hermano Omar y Vitín, de Carabanchel claro, barrio del que presumen y del que devuelven una imagen igualmente distorsionada. Chavales de barrio, que lo han pasado mal pero que luchan por cumplir sus sueños, que por supuesto incluyen la fama, como la de la Esteban, “una chica de San Blas y poco más”. Miserabilismo se ha venido a llamar…meter el dedo en la llaga y hacer del dolor ajeno un espectáculo, traducido al lenguaje calle. Demos las gracias a muchos de esos grandes programas de televisión por enseñarnos que ya no vale con iluminar, que es preciso deslumbrar. Nuestra enhorabuena para tantas y tantas crónicas de sucesos...
Read MoreAlgunos ya sabréis quién lo escribió y otros estaréis a punto descubrir al maestro Ryszard Kapuściński. En una de mis primeras entradas de este blog al que ya estoy cogiendo cariño sin apenas conocernos, quiero que él, el periodista por excelencia, hable por mí. “No puede ser periodista el que desprecia a la gente sobre la que escribe. El que no sabe que en la política y en la vida es necesario saber esperar y que un hombre no empuña un hacha para proteger su cartera, sino en defensa de su dignidad. El que no sabe admitir y administrar su propio miedo, el que no es curioso ni lo suficientemente optimista como para pensar que los seres humanos son el centro de la historia, el que no ha comprendido que el concepto de totalidad existe en teoría, pero nunca en la vida. El que ignora que silencio es absolutamente esencial y que el arte de la narración depende de lo que se queda fuera de la misma. De otro modo, no existiría una historia, porque simplemente el mundo se saturaría de palabras. El que no sabe preguntarse cuál es el alcance de una noticia y si es más lo que se dice o lo que se calla. El que cree en la objetividad de la información, cuando el único informe posible siempre resulta personal y provisional. El que no entienda que es necesario hacer zoom y contrazoom, pasando de lo particular a lo general, del detalle a la visión de conjunto. Porque es a través de los detalles como puede mostrarse el mundo entero ya que dentro de una gota hay un universo. Porque ni la pobreza ni la opresión pertenecen al orden natural de las cosas. Por eso, las palabras que circulan libremente, palabras clandestinas, rebeldes, palabras que no van vestidas de uniforme de gala, desprovistas de sello oficial, son el catalizador imprescindible, el instrumento de revuelta, de organización y de lucha contra el cual las armas del poder se revelan de repente, completamente ineficaces”. Se preguntaba John Berger en este imprescindible libro conversado ”¿Para qué relatamos historias? ¿Para pasar el rato? A veces ¿Para informar? ¿Para decir algo que no ha sido dicho todavía? Sí, a veces...
Read MoreEs la tónica habitual. Llegas a tu mesa, enciendes el ordenador, vas a tu bandeja de entrada ¡y se produce el horror! Triquicientas notas de prensa y tú tienes la agenda hasta arriba. ¿Qué haces? ¿Cuál abres? ¿Cuál empiezas a leer? Y lo que es más importante ¿cuál terminas de leer? Es obvio que el contenido, la materia prima es fundamental. Si no te interesa, ni si quiera te planteas cubrir el tema pero ¿qué hay del continente, de la manera en que esa nota de prensa está redactada, presentada? Aquí van unos pequeños consejillos para conseguir que los redactores escojan leer tu nota de prensa frente al resto. Sencillez ante todo. O lo que es lo mismo, ir al grano. Si tengo que leer dos veces el titular para entender de qué me están hablando, paso al siguiente email. Debes buscar un encabezado interesante para lograr que alguien que está mirando docenas de emails se detenga, abra y lea el tuyo. Para ello, también es importante que el asunto del mail contenga ese mismo titular. Jamás pongamos “nota de prensa” como asunto y mucho menos, lo dejemos vacío. Corta y precisa. Debes tratar que tu nota de prensa contenga toda la información necesaria en entre 3 y 5 párrafos. Si twitter lo consigue en 140 caracteres ¡qué no podrás contar en 400 palabras! Para lo que se te quede fuera, para toda la información adicional, debes introducir links. Así el redactor que quiera profundizar en el tema podrá redirigirse rápidamente y sin esfuerzo a la página web de tu empresa, tu evento o tu servicio. Busca lo que en televisión llamamos “TOTALAZOS”. Si te digo que un empresario se siente “muy satisfecho con los resultados” o que tiene “grandes expectativas” ¿a que ya estás bostezando? Debes revisar bien las declaraciones y destacar aquellas frases que de verdad aporten algo, que sean literarias; vamos, que te hagan pensar al leerla aquello de “yo no lo hubiera dicho mejor”. Tener una buena historia que contar. Si te pasas el día bombardeando con notas de prensa cuando en realidad no tienes nada interesante que contar, generarás desinterés. De esta forma, cuando el redactor vea tu mail automáticamente pensará “ya está el...
Read MoreAquí os dejo un pequeño resumen de una clase que di para los alumnos de periodismo de primer curso de la Universidad Camilo José Cela. Soy una enamorada de la televisión y me encanta trabajar en ella. Sin embargo, quise emplear un tono ácido para explicarles a estos futuros comunicadores que no todo es tan mágico como aparenta. Para entenderlo ¿qué tal si empezamos con una anécdota? No es mía, nos la cuenta Mariola Cubells en su libro “¿Y tú qué miras?” pero me parece muy gráfica para empezar a entender cómo se deciden los contenidos en Televisión: No sé si habéis visto El ala oeste de la Casa Blanca. Hay una escena en la que Martin Sheen, el actor que interpreta al Presidente de Estados Unidos, habla con Toby, unos de sus asesores, y le dice: “Anoche estaba viendo un programa de televisión, con una especie de moderador errante, que se dirigía a unas cuantas jóvenes sentadas que tenían algún tipo de problemas con sus novios. Por lo visto, ellos se habían acostado con las madres de sus novias. Y entonces sacaron a los chicos y todos se pelearon allí mismo, en la tele. Toby, dime una cosa, ¿esta gente no vota, verdad?”. Pues sí, esa gente vota. Es ficción sí, pero esta escena muy significativa. Los grandes estadistas y catedráticos de Periodismo o Comunicación Audiovisual no suelen ver la televisión. Y les encanta decirlo. Perdón, no es que no vean la televisión, es que no ven “majaderías”. Están demasiado ocupados para perder el tiempo. Por eso no conocen los lenguajes absurdos, las boberías y las banalidades que llenan horas y horas de programación y que cada día se tragan millones de ciudadanos de nuestro querido país. Creen que todo el mundo ve la CNN y ni quiera saben que hace casi dos años que dejó de emitir en España. Hace poco, recibí una llamada de unos sociólogos…estaban investigando sobre cómo se tratan los delitos en televisión. Su hipótesis era que ahora había menos crónica de sucesos. Según escuché esto dije “está claro. No ven la tele”. Es lo que le pasaba al Presidente de Estados Unidos en esta escena que acabo de contar. Sí, esa gente vota....
Read More“No hay algoritmos para el ingenio, la ironía, el humor o la redacción con estilo”. No lo digo yo, lo dice Steve Lohr, un reportero del New York Times, pero estoy totalmente de acuerdo ¿Cuál es el patrón de un buen texto? ¿Cuál es la fórmula para escribir una buena noticia? Ojalá algún día seamos capaces de crear una máquina o una aplicación capaz de ello, quizás entonces hayamos inventado…un buen periodista. Mientras llega o deja de llegar, como periodista –a secas- quiero compartir aquí algunos trucos que, a mí por lo menos, me han sido útiles a la hora de grabar una entrevista. Mi medio fetiche es la televisión pero creo que con unos pequeños ajustes, lo que os voy a contar se podrá aplicar fácilmente a cualquier ámbito. Antes de nada, dedica un rato a hablar con la persona a la que vas a entrevistar. Como decía el bueno de Kapuscinski, “es un error escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un tramo de vida”. Así que conoce su historia, entiéndela y sobre todo, organízala. Las personas cuando hablamos de nuestra vida no siempre seguimos un orden lógico y es bastante importante que tú seas quien lo organice. Para ello, debes conocer el tema del que vais a hablar como si fueras tú quien fuera a explicarlo ante las cámaras. Piensa en lo que te gustaría que te contestara la persona a la que vas a entrevistar. Vale, no os llevéis las manos a la cabeza. No es ninguna argucia, ni pretende serlo, pero si te escribes en un cuaderno esos totales que te vendrían como anillo al dedo, te ayudará y mucho. No te estreses si tienes que repetir las primeras preguntas. Ten en cuenta que la persona que se sienta delante de los focos es probable nunca antes haya visto una cámara en persona. Tú lo haces a diario pero ellos no. Debe sentirse relajado y es importante que le trasmitas confianza. Es una experiencia que todos compartimos: es necesario cierto tiempo para adaptarse al otro. Tenéis todo el tiempo del mundo, si se confunde, puede repetir. Regla básica de primero de periodismo: no te olvides nunca jamás de que te...
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